Todos tiene una madre, yo creo que tuve dos. Cuando era niña tengo recuerdos de una madre cariñosa, buena y que se desvivía por cuidarnos, de aquellas típicas madres abnegadas que aguantaban de todo y anteponían todo por sus hijos.
Sin embargo, también tengo recuerdos de otra madre, la que me decía que era mala, la que resaltaba mis defectos, la que me excluía de todo, la que me hacía sentir sus preferencias y; claramente no era yo la preferida.
Esa madre me ha perseguido hasta mi adultez, por lo que decidí alejarme de casa. Esa madre que me perseguía con su mirada para gritar si algo hacía mal, la que claramente se avergonzaba por como soy, la que se resignó a tener una hija como yo.
Tuve la fuerte convicción de hacerla cambiar de opinión, de hacer las cosas bien para que ella lo note y deje de pensar que soy la mala, la floja, la rebelde. Nunca lo logré. Me fui de casa derrotada y me olvidé de su sombra y fui yo completamente sin que me afecten más sus palabras. Esas palabras que repitió tanto que todos lo creyeron y hasta yo me la creí.
Liberada de ella, pude hacer muchas cosas sola. Evitaba verla para que no me juzgue en todo mi proceso, jamás obtuve un respaldo suyo ante nada y fue bueno para mí.
Aun cuando yo creía que ya no podía decir nada que me molestara, recuerdo claramente el día en que le dije que estaba embarazada, no quería decírselo y quise dejar que se entere por su cuenta, pero la bonita situación que estaba pasando, con todos los cariños y saludos afectuosos por la felicidad de mi embarazo, me hizo pensar que la alegraría: No fue así.
Fue muy fría y nuevamente me catapultó con sus palabras: "ya me imaginaba". No hubo felicidad para ella, supongo que tampoco tristeza porque eso no le afectaba en nada, excepto en la vergüenza de decírselo a su familia. Luego sus llamadas para preguntar como estaba eran solo para decir "ya ves así es el embarazo". En otras palabras, luego de muchos años de librarme de ella todavía podía decirme que siempre esperó que "metiera la pata" y que ahora me aguante. Nunca me felicitó, siempre pensó "ya me imaginaba que arruinaría su vida", porque otro significado no le puedo dar a lo que pasó.
Hoy pienso que tal vez yo no le agradaba mucho ¿por qué tendría que caerme bien mi hijo si su personalidad no es algo que me atraiga? ¿Solo por ser mi hijo debo llevarme bien? yo creo que eso pasaba. Ahora que tengo mi familia, ya dejó de pensar en mí y tampoco me visita mucho. Así es mejor.
Ahora que soy madre la entiendo un poco y la quiero porque sé que es muy duro ser mamá y se sacrifica mucho de uno mismo, tal vez por eso se volvió así conmigo. Pero aunque sacrificas todo cuando son bebés, cuando van creciendo, poco a poco sigues con tu vida y eso es lo que ella hizo y la química entre nosotros no fluyó, yo la quería tanto que quería que fuera feliz conmigo, que no pensara esas cosas de mí y me olvidé de vivir y ser como soy.
Mis dos mamás me enseñaron una gran lección.
miércoles, agosto 24, 2016
Madre solo hay una
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