Dicen que cuando uno deja este
mundo al final todo sigue igual contigo o sin ti. Pero creo que hay algunas
personas que realmente afectan al mundo con su partida.
Muchas personas han muerto el año
pasado y muchos personajes que eran mis favoritos y que me causó un gran shock
el saber su partida. GABO a quien siempre admiré se nos fue y pensé que nunca
más volvería a leer un libro nuevo suyo…pero ahora pienso que hace mucho que no
sabía de él.
Cerati murió y pensé que ahora si
murió la pequeña esperanza de escucharlo cantar una vez más…ahora pienso que
Charly y Calamaro siguen vivos aún, todavía me quedan algunos más.
Chespirito murió y fue la
tristeza más grande que pude sentir por alguien a quien no conozco
personalmente. Sentí ese día que me quedaba sin fuerzas y que a mi querido
chavito no lo volvería a ver en una entrevista o un homenaje. Siempre
escucharlo era algo novedoso para mí.
Llegué a casa y solo quería estar
echada viendo televisión y no sabía bien porqué, pero tenía ganas de llorar. Era
como sentir pena sin saberlo, el no saber por qué estás triste elimina la parte
desgarradora de una pérdida pero te deja la sensación de que algo no está bien
contigo.
Recordaba a Don Ramón y lo mucho
que aún se siente su partida pese a que cuando pasó yo era todavía muy chica,
era tan niña que pensaba que había muerto por las cachetadas de doña Florinda.
Hoy los dos favoritos de mi serie
de toda la vida ya no están, esa serie que puedo repetirla al compás de la
televisión palabra tras palabra y que nunca me cansaré de ver. Esa serie que ha
hecho reír a mi pequeño quien también ya colecciona sus videos.
Hoy, ya con más paz en mi corazón
sigo lamentando su partida, sigo creyendo que en estos tiempos es menos probable
que vuelva a nacer alguien como él, se acabó para siempre. Pero en mi casa
siempre perdurarán los videos y un televisor sintonizando El Chavo.
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