El amorcho (tercera
parte)
Es el tercer post que escribiré
sobre el amorcho y aún no he contado porque terminó con esa denominación. Haré
un paréntesis antes de empezar mi tercera historia:
Un día viendo una serie llamado
“Mi problema con las Mujeres” vimos a un personaje llamado “Carolina” que era
una de las mujeres de su historia y la personalidad de Carolina era la de una
mujer creyente de que la felicidad es una familia llena de hijos y tenía una
forma empalagosa de tratar a su novio siempre le decía “amorchis” como siempre
he detestado tanto esas expresiones tan irritantes de cariño al amorcho no se
le ocurrió mejor manera de llamarme por molestarme que decirme “amorchis” y
entre tanto y tanto le dije un día “está bien amorcho” noté que no le gustó así
que así se quedó como mi amorcho y cuando nació nuestro pequeño hijo terminó
siendo el “amorchito”. Por cierto él nos nombra a todos como “amorchis,
“amorcho” y “amorchito”.
Regresando al tema, el amorcho y yo pese a muchas situaciones
difíciles que pasamos cuando empezamos a salir juntos vivimos un romance de
película que duró aproximadamente 02 años, el equivalente a las dos horas que
duran las películas en horas cine.
Luego de casi dos años juntos, cada
día que pasaba a su lado me enamoraba más y más de él hasta que llegó un
momento en que lo quise más a él que a mí. Todo mi pensamiento giraba en lo que
le gustaría, en lo que le enseñaría que había aprendido o conseguido, en la
nueva música que seguro le gustaría en las historias que le contaría de todo lo
que había visto y no me di cuenta que él cada vez estaba más distante de mí.
Dicen que le amor es ciego y es cierto.
Un día noté que él ya no me
quería como antes y me costó aceptarlo. Empezaron las peleas a sospechar cosas
que me hacían ver una loca y me sentía como una loca de verdad. No podía saber
si era cierto su cambio o eran ideas mías. Cuando estaba segura que ya no me
quería y le pedía que me lo dijera me decía que no era cierto y me confundía
mucho, además porque en el fondo eso era lo que yo quería creer aunque sabía
que le que mentía era él.
Sospeché que había estado
saliendo con aquella amiga del primer post y esta vez sí lo noté enamorado.
Pero no sabía cómo decirle eso porque me avergonzaba mucho. Pero un día me armé
de valor y se lo dije, se molestó conmigo y lo negó luego me dijo algo que se quedó
grabado en mí hasta hoy ya que nunca nadie me había dicho algo así. “Te quiero, pero ya no es igual, es un
cariño más de familia” elegantemente estaba terminando conmigo porque ya no
me quería.
Entendí porque muchas chicas que conocí,
lloraban y sufrían tanto cuando sus enamorados las dejaban. Era como si te
dejaran sin futuro porque ya tenías tantos planes con esa persona hasta que de lo
que harías la siguiente semana y ya no sabías nada ni siquiera qué hacer
contigo.
Aunque sus palabras me dolieron
quise ser fuerte e irme para siempre, pero él me detuvo para intentar borrar
todo lo que dijo y que todo quedara igual. Para que no me insistiera tanto
fingí que todo estaba bien, pero por dentro sabía que todo se había terminado,
no me gusta que me tengan lástima.
Los tiempos no los recuerdo bien,
solo recuerdo que nos vimos después él haciendo el esfuerzo porque todo sea
como antes y yo dándome tiempo y fuerzas para dejarlo de una vez.
Después de mucho pensar y
escribir y de no saber qué hacer decidí irme a casa de mi mamá con mi familia a
pasar unos días, yo le tenía preparado una sorpresa para el Día de San Valentín
desde casi un mes atrás y solo me quedó entregárselo porque ya estaba hecho y
así despedirme de una vez.
Cuando estuve en casa de mi mamá
me llamaba siempre como conmovido por el regalo que le hice, pero yo ya estaba
decidida a no recibir más su lástima. Sin embargo, algo no encajaba sabía qué
había alguien pero no lo podía saber y él nunca me diría la verdad, sentía que
me volvía loca porque por un lado él me buscaba y por otro lado estaba segura
que estaba enamorado de otra y estaba segura que era de aquella amiga. Luego
pensaba que ella no podía hacer eso y hablarme como si nada pasara y si lo
hacía ¿él sería capaz? Todo parecía tan confuso porque en ese momento yo
confiaba en los dos y pensaba que los dos eran buenas personas.
Como fuimos novios por dos años y
nos tuvimos tanta confianza yo sabía la clave de su correo, así que un día
entré para saber si hablaba con ella pero no encontré nada. Luego recordé que
tenía otro correo y entré y allí encontré todas las respuestas.
Lo que sentí es inexplicable, fue
un alivio en saber que no estaba loca y que sí había algo detrás de todo y una
desesperación al darme cuenta de lo que eran las personas que me rodeaban y que
no las podía reconocer.
Sentí rabia con los dos por
burlarse de mí, hubiera sido menos doloroso que me lo dijeran me hubiera
quedado en el primer dolor y no hubiera tenido que pasar por el segundo.
El primer día lloré mucho de
rabia por ser tan tonta y confiada. El segundo día me sentí mejor porque muchos
amigos estuvieron a mi lado. El tercer día estuve más tranquila y ese día me
tocó hablar con él. Las cosas ya habían cambiado ya no era él el que terminaba
conmigo sino yo. Cuando dijo que estuvo confundido pero perderme lo había hecho
reaccionar y darse cuenta que era a mí a quien quería me volvió el alma al
cuerpo y quise seguir con él engañándome a mí misma para sentirme mejor.
Creo que él nunca tuvo tiempo de
pensar y no pudo darse cuenta en realidad de lo que se siente perder a alguien,
pasaron unas semanas y lo noté igual nuevamente. Tuve que tomar la decisión
final por mi bien ya los demás no me importaban. Empecé a quererme nuevamente.
Así que fui a su casa y le dije
que lo dejaba con sus cosas a que intente y viva las cosas que no puede vivir
estando conmigo. Le di su libertad, algo que debí haber hecho hace mucho
tiempo. Y esta vez sí me fui para siempre diciéndome a mí misma la próxima vez que lo vea será solo si él me
busca.
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