martes, noviembre 23, 2021

Simplemente yo

Y si no soy lo que yo creia ser? 
y si al final soy tan simple y tan común que por eso la gente me olvida 
y si al final no soy tan especial como me decían?
Yo ya no me siento especial, me siento la más común de todas las mortales a veces creo que todo lo que viví fue un sueño a veces creo que todo lo que viví fue una mentira, veo a la misma gente de siempre y siento su decepción sobre mí y no sé qué hacer porque no quiero cambiar, esto es lo que soy ahora y así como antes encontré a quienes me aceptaban como era, espero ahora encontrar buenas personas que me acepten como: soy tan simple y tan común. Será más difícil sí pero no será imposible

domingo, abril 29, 2018

Recordando

Hoy viendo una serie del 96 me recordaba adolescente viéndola, recordándola al otro día porque todo lo que veía daba siempre vueltas en mi cabeza una y otra vez.
Me recordaba con una blusa celeste a rayas sentaba, escuchando música y haciendo tareas.
Me recordaba caminando hacia la urba San Pedro. Me recordaba sentada en unos escalones conversando quien sabe de qué pero riendo, siempre riendo.
Recordaba mis preocupaciones y mis tristezas.
Hoy también hace frío, igual que en aquellas épocas. Todo es distinto ahora pero me doy cuenta que en el fondo muy en el fondo de manera casi imperceptible, yo sigo siendo la misma.

sábado, junio 24, 2017

Mi querido Perú

Si una joven casi es violada y procede atemorizada a refugiarse a una comisaria a buscar protección con nuestros policías, se burlan de ella y la regresan a su casa. Si tiene la suerte de toparse con un buen policía, se topa con un mal fiscal, si tiene la suerte que ser oida se cruza con un juez corrupto si no es asi la burocracia hace que pasen años y años y no encuentre justicia y vive atemorizada pensando que ese hombre que anda suelto puede tomar represalias e intentar lastimarla nuevamente. La justicia le enseñó que su vida no vale nada.

Si un conductor comete un delito pero tiene «vara» seguirá en las calles cometiendo las mismas imprudencias porque aprendió que la vida de los demás y la suya misma no tiene valor. Y si uno que es sancionado por delitos menores es capturado, concluye que las personas que hacen lo correcto no valen nada.

Una empresa pequeña tiene una deuda y le cierran el local sin poder generar ingresos ni poder pagar su deuda, mientras que otras empresas grandes tienen millonadas en deudas y siguen trabajando. El pequeño empresario piensa que por ser pequeño no es considerado, sufre un maltrato.

Si una comunidad harta de tantos robos decide defenderse porque todavia le queda algo de amor por su propia vida y la justicia defiende al delincuente antes que a la población, estos terminan por creer que realmente su vida no vale la pena.

Luego nos preguntamos porqué tanta muerte es este país. Si el Estado y nuestras autoridades al no protegernos nos hacen sentir que no valemos. Si ante tanta corrupción cada vez nuestra autoestima está por los suelos. Si la autoestima es seguridad ¿qué seguridad tenemos hoy en día?
De qué nos sorprendemos que estos jóvenes hayan aceptado un trabajo donde los trataban como esclavos. Si ante tanto desamparo nada importa, ni nosotros mismos.

Hoy lamentamos esas muertes pero hasta cuando diremos NO ante tanta autoridad corrupta. La ignorancia sumada a la nula autoestima dan personas agradecidas porque alguien que los visita y les lleva politos, sin importar la corrupción que traen. ¿Quién es el culpable? ¿El pueblo?, ¿el Estado?
Lo cierto es que nuestra sociedad se está convirtiendo en una sociedad sin alma donde nadie importa, donde ser «legal» no vale la pena, donde el olvido de nuestras autoridades nos han minimizado tanto que ya nadie valora nada, ni siquiera su propia vida.