Cuando el amorcho y yo salíamos a conversar o cuando me acompañaba a casa luego de hacer un trabajo la gente murmuraba mucho. Todos creían que entre él y yo había algo más, me molestaba que la gente no pudiera entender una amistad sana y que si hubiera algo no habría porque ocultarlo.
El último año que salimos juntos como amigos nos acercamos mucho, tanto que yo empecé a pensar qué pasaría si fuéramos novios. No lo podía imaginar.
Me sentía muy a gusto a su lado y cada vez se me hacía más difícil separarme de él. No sabía exactamente que era lo que él quería. Pasábamos tanto tiempo juntos que los acercamientos eran cada vez mayores y estábamos rompiendo la barrera de la intimidad, no de lo sexual específicamente. Nos tomábamos de la mano, nos abrazábamos, nos mirábamos tan cerca que nuestras narices chocaban pero nunca pasó nada más. Me empezaba a confundir.
Un día le pedí que me abrace fuerte un poco con la finalidad de dar pie a que pase algo y definir ya que era lo que pasaba. Me abrazó, lo miré, estuvimos tan cerca pero él nunca dijo nada solo me abrazaba.
Un día también fui a su casa como quedamos y estaba con sus primos un poco tomado y me pidió disculpas porque ellos llegaron de improviso y no pudimos salir, me estaba yendo cuando sus primos detrás de la puerta empezaron a cantar canciones románticas, un poco generado por el alcohol y él también un poco motivado por el alcohol se me acercó y trató de decirme algo me asusté y le dije que era mejor que me vaya de un vez y me fui.
Así nos llegó el verano sin que él nunca definiera nada porque yo nunca lo iba a hacer. Creo que la mujer nunca debe ser directa, usamos siempre pequeñas trampas para que sea el otro quien lo diga, pero en este caso ningún truco me funcionó.
Llegó el verano y yo empezaba a dudar que él quisiera algo conmigo realmente, creí que solo le gustaba una amistad como la nuestra que nunca nadie entendería.
Cuando llegaba el verano él se iba a pasar vacaciones a su ciudad con su mamá y ese verano por más que le pedí que no fuera porque me iba aburrir sola, se fue. Luego a diferencia de otras veces que llamaba todos los días ya no llamaba tanto. Decidí salir a relajarme porque al fin y al cabo no éramos nada.
Un día llamó un amigo a casa, era alguien a quien había dejado de ver por mucho tiempo y su llamada fue muy sorpresiva. Quedamos en salir a conversar y eso hicimos.
Pasamos una semana saliendo y conversando de muchas cosas y había algo raro entre nosotros, era como si nuestras mentes hubieran seguido conectadas a pesar del tiempo y la distancia.
Una noche me besó y le dije que me gustaba ser solo su amiga, me dijo que lo seguiríamos siendo, que estábamos solos los dos y yo pensé en ese momento en el amorcho en lo que pensaría él y también pensé que había pasado tanto tiempo que tal vez la ida era solo mía y que era mejor continuar con nuestras vidas.
Empecé a salir con este amigo y era muy divertido estar con él, él era muy tierno, muy lindo pero solo cuando quería serlo a veces era muy distante y me confundía.
La pasamos muy bien y el verano se terminó, entonces el amorcho regresó y la ex del chico con quien salía también volvió. Luego la ex reclamó porque había quedado en volver con él solo que lo estaba pensando en el verano y me lo dijo. cuando el amorcho volvió me di cuenta que no iba a poder decirle que estaba con otro y que me importaba más de lo que yo creía, así que hablé con el chico con el que salía y le dije que era mejor no continuar porque su ex se sentía engañada por él, pero por más explicaciones lógicas que me dio a mi no me importaba porque en realidad no terminaba con él por celos sino porque no me sentía segura del paso que di.
Estaba entre los días en que le hacía entender que todo terminó cuando el amorcho que me conocía muy bien se dio cuenta que algo pasaba y me preguntó y me insistió tanto para que se lo diga que me sentí mal porque nosotros siempre nos contamos todo. Se lo dije y se puso muy triste y después de muchos años justo en ese momento me declaró su amor.