miércoles, enero 20, 2010

PASTILLAS PARA NO LLORAR

“Pase lo que pase no voy a llorar” decía el gracioso gato de Shrek cuando veía la escena de amor entre Fiona y su amado y me recordaba mucho a mí cuando trataba de no llorar pero al igual que el gato terminaba hecha un mar de lágrimas.

La última vez que lloré desconsoladamente fue cuando me enteré que mi ex - actual -ex - actual novio había estado en coqueteos con otra. “Sentí que el mundo se me derrumbaba…” como dice el bolero cantinero y trataba de calmarme pensando en otra cosa, pero no podía. Me encerré por horas y hasta días en un cuarto (al que cada vez que entro me trae esos recuerdos) y cuando salía y veía a mi familia sonreía y actuaba como si nada pasara.

La primera noche creí que encontraría paz, pero fue la noche más larga del mundo, no podía dormir y los recuerdos me aplastaban…nunca había sentido tanto dolor. Descubrí un lado masoquista de mí; hubiera preferido que me golpearan antes que sentir ese dolor que no sabía de dónde salía y que no se apaciguaba con un Dolocordralan Extra Forte.

La siguiente noche ya tuve un poco de miedo a quedarme sola, no quería llorar por ese dolor, traté de distraerme, salí y llegué muy tarde para acostarme con sueño, pero fue inútil.

La tercera noche estaba decidida a comprar una pastilla para dormir = pastilla para no llorar. Y en contra de todo lo que me decían mis amigas(os) entré a la farmacia y le dije a la farmacéutica:

“Señorita llevo dos días sin poder dormir, me podría vender una de esas pastillas para dormir”

“Eso sólo se vende con receta médica”

“Pero sólo quiero dormir no me voy a suicidar ni matar a nadie”

“Está prohibida su venta, es sólo bajo indicaciones médicas”

Así que me tocó fabricarme mis pastillas para no llorar. Me prometí, no sentirme mal por eso (aunque por dentro sentía que me moría), me prometí salir y alejarme de todo, me prometí no guardármelo y contárselo a la gente (con el riesgo de quedar como estúpida) para que no se quedará en mi alma, me prometí actuar como si no existiera y me prometí ser positiva en todo. Debo decir que funcionó y dejé de llorar.